Días comunes - Dante Gebel
La mayoría de nosotros vivimos vidas comunes, tenemos empleos comunes, rutinas comunes… tal vez no sea lo mejor, no sea lo soñado.. pero es lo que tenemos. ¿Cómo hacer para que esto se transforme en extraordinario? Hay que entregarle nuestro día común al Señor, hay que sembrar continuamente porque nunca un sembrador sabe la magnitud de su cosecha cuando planta una pequeña semilla. Por eso el Señor dice: nunca maldigas el día de las pequeñeces, bendice el día de los comienzos. Cada vez que le das algo común al Señor, eso que le das que a ti te parece insignificante, Él lo usará y te lo devolverá ungido y con bendiciones.
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