Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
2 Corintios 5: 6-9
GUILLERMO MALDONADO - Cómo ESTABLECER la FE en el CORAZÓN
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septiembre 29, 2014
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