Fernel Monroy - En tu presencia
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noviembre 03, 2013
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Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza.
Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.
Salmmos 46: 1-4