Bendito sea el nombre del SEÑOR desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del SEÑOR. Excelso sobre todas las naciones es el SEÑOR; su gloria está sobre los cielos. ¿Quién es como el SEÑOR nuestro Dios, que está sentado en las alturas, que se humilla para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra? El levanta al pobre del polvo, y al necesitado saca del muladar, para sentarlos con príncipes, con los príncipes de su pueblo.
Salmo 113:2-8.
Grupo Rojo - Desde El Amanecer
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junio 08, 2011
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