Dante Gebel - Sin Aliento

chino bravo
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 Al salir él para seguir su camino,  vino uno corriendo,  e hincando la rodilla delante de él,  le preguntó:  Maestro bueno,  ¿qué haré para heredar la vida eterna?
  Jesús le dijo:  ¿Por qué me llamas bueno?  Ninguno hay bueno,  sino sólo uno,  Dios.
  Los mandamientos sabes:  No adulteres.  No mates.  No hurtes.  No digas falso testimonio.  No defraudes.  Honra a tu padre y a tu madre.    El entonces,  respondiendo,  le dijo:  Maestro,  todo esto lo he guardado desde mi juventud.  Entonces Jesús,  mirándole,  le amó,  y le dijo:  Una cosa te falta:  anda,  vende todo lo que tienes,  y dalo a los pobres,  y tendrás tesoro en el cielo;  y ven,  sígueme,  tomando tu cruz.  Pero él,  afligido por esta palabra,  se fue triste,  porque tenía muchas posesiones.
 Entonces Jesús,  mirando alrededor,  dijo a sus discípulos:  ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!  Los discípulos se asombraron de sus palabras;  pero Jesús,  respondiendo,  volvió a decirles:  Hijos,  ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios,  a los que confían en las riquezas!
 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja,  que entrar un rico en el reino de Dios.
Marcos 10: 18-25


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